En el año 1969 durante el gobierno de facto de Ongania se sanciona y promulga la ley 18248 que pasa a regular el uso de los nombres de las personas. Será modificada luego por la ley 23162 (1984) que permite el uso de nombres aborígenes, la ley 23264 (1985) de filiación de hijos extramatrimoniales y responsabilidad parental y la ley 26618 (2010) sobre matrimonio igualitario. Vamos a publicar en esta entrada el texto actualizado de la ley
LEY N° 18.248 Nuevas normas para la inscripción de nombres de las personas naturales
Buenos Aires, 10 de junio de 1969
En uso de las atribuciones conferidas por el artículo 5 del Estatuto de la Revolución Argentina,
EL PRESIDENTE DE LA NACION ARGENTINA SANCIONA Y PROMULGA CON FUERZA DE LEY:
Artículo 1° – Toda persona natural tiene el derecho y el deber de usar el nombre y apellido que le corresponde de acuerdo con las disposiciones de la presente ley.
Artículo
2° – El nombre de pila se adquiere por la inscripción en el acta de nacimiento.
Su elección corresponde a los padres; y a falta, impedimento o ausencia de uno
de ellos, corresponde al otro o a las personas a quienes los progenitores
hubiesen dado su autorización para tal fin.
En
defecto de todo ello pueden hacerlo los guardadores, el Ministerio Público de
Menores o los Funcionarios del Registro del Estado Civil y Capacidad de las
Personas.
Cuando una persona hubiese usado un nombre con anterioridad a su inscripción en el Registro, se anotará con él siempre que se ajuste a lo prescripto en el artículo 3
Artículo
3° – El derecho de elegir el nombre de pila se ejercerá libremente, con la
salvedad de que no podrán inscribirse:
1)
Los nombres que sean extravagantes, ridículos, contrarios a nuestras
costumbres, que expresen o signifiquen tendencias políticas o ideológicas, o
que susciten equívocos respecto del sexo de la persona a quien se impone.
2)
Los nombres extranjeros, salvo los castellanizados por el uso o cuando se
tratare de los nombres de los padres del inscrito, si fuesen de fácil
pronunciación y no tuvieran traducción en el idioma nacional. Queda exceptuado
de esta prohibición el nombre que se quisiera imponer a los hijos de los
funcionarios o empleados extranjeros de las representaciones diplomáticas o
consulares acreditadas ante nuestro país, y de los miembros de misiones
públicas o privadas que tengan residencia transitoria en el territorio de la República.
3)
Los apellidos como nombre.
4) Primeros nombres idénticos a los de hermanos vivos
5) Más de tres nombres.
Las resoluciones denegatorias del Registro del Estado Civil serán recurribles ante el Tribunal de Apelaciones en lo Civil dentro de los quince días hábiles de notificadas.
Artículo 3° bis – Podrán inscribirse nombres aborígenes o derivados de voces aborígenes autóctonas y latinoamericanas, que no contraríen lo dispuesto por el artículo 3, inciso quinto, parte final.
Artículo
4° – Los hijos matrimoniales de cónyuges de distinto sexo llevarán el primer
apellido del padre. A pedido de los progenitores podrá inscribirse el apellido
compuesto del padre o agregarse el de la madre. Si el interesado deseare llevar
el apellido compuesto del padre, o el materno, podrá solicitarlo ante el
Registro del Estado Civil desde los DIECIOCHO (18) años. Los hijos
matrimoniales de cónyuges del mismo sexo llevarán el primer apellido de alguno
de ellos. A pedido de éstos podrá inscribirse el apellido compuesto del cónyuge
del cual tuviera el primer apellido o agregarse el del otro cónyuge. Si no
hubiera acuerdo acerca de qué apellido llevará el adoptado, si ha de ser
compuesto, o sobre cómo se integrará, los apellidos se ordenarán
alfabéticamente. Si el interesado deseare llevar el apellido compuesto del
cónyuge del cual tuviera el primer apellido, o el del otro cónyuge, podrá
solicitarlo ante el Registro del Estado Civil desde los DIECIOCHO (18) años.
Una
vez adicionado el apellido no podrá suprimirse.
Todos los hijos deben llevar el apellido y la integración compuesta que se hubiera decidido para el primero de los hijos.
Artículo
5° – El hijo extramatrimonial reconocido por uno sólo de sus progenitores
adquiere su apellido.
Si es reconocido por ambos, sea simultánea o sucesivamente, adquiere el apellido del padre. Podrá agregarse el de la madre, en la forma dispuesta en el artículo anterior. Sin embargo, si el reconocimiento del padre fuese posterior al de la madre, podrá, con autorización judicial, mantenerse el apellido materno cuando el hijo fuese públicamente conocido por éste. El hijo estará facultado también, con autorización judicial, para hacer la opción dentro de los dos años de haber cumplido los dieciocho años, de su emancipación o del reconocimiento paterno, si fuese posterior. Si la madre fuese viuda, el hijo llevará su apellido de soltera.
Artículo
6° – El oficial del Registro del Estado Civil anotará con un apellido común, al
menor no reconocido, salvo que hubiese usado apellido, en cuyo caso se le
impondrá éste.
Si
mediare reconocimiento posterior, el apellido se substituirá por el del
progenitor que lo reconociere, en la forma ordenada en el artículo anterior. Si
fuese conocido por el apellido inscrito, estará facultado para mantenerlo, de
acuerdo con las reglas del mismo artículo.
Toda persona mayor de dieciocho años que careciere de apellido podrá pedir ante el Registro del Estado Civil la inscripción del que hubiese usado.
Artículo 7° – Los extranjeros, al solicitar la nacionalización argentina, podrán pedir a la autoridad que la acuerde, la adaptación gráfica y fonética al castellano de sus apellidos de difícil pronunciación.
Artículo
8° – Será optativo para la mujer casada con un hombre añadir a su apellido el
del marido, precedido por la preposición "de".
En caso de matrimonio entre personas del mismo sexo, será optativo para cada cónyuge añadir a su apellido el de su cónyuge, precedido por la preposición "de".
Artículo
9° – Decretada la separación personal, será optativo para la mujer casada con
un hombre llevar el apellido del marido.
Cuando
existieren motivos graves los jueces, a pedido del marido, podrán prohibir a la
mujer separada el uso del apellido marital. Si la mujer hubiera optado por
usarlo, decretado el divorcio vincular perderá tal derecho, salvo acuerdo en
contrario o que por el ejercicio de su industria, comercio o profesión fuese
conocida por aquél y solicitare conservarlo para sus actividades.
Decretada
la separación personal, será optativo para cada cónyuge de un matrimonio entre
personas del mismo sexo llevar el apellido del otro.
Cuando existieren motivos graves, los jueces, a pedido de uno de los cónyuges, podrán prohibir al otro separado el uso del apellido marital. Si el cónyuge hubiere optado por usarlo, decretado el divorcio vincular perderá tal derecho, salvo acuerdo en contrario o que por el ejercicio de su industria, comercio o profesión fuese conocida/o por aquél y solicitare conservarlo para sus actividades.
Artículo 10. – La viuda o el viudo está autorizada/o para requerir ante el Registro del Estado Civil la supresión del apellido marital. Si contrajere nuevas nupcias, perderá el apellido de su anterior cónyuge.
Artículo 11. – Decretada la nulidad del matrimonio, la mujer perderá el apellido marital. Sin embargo, si lo pidiere, será autorizada a usarlo, cuando tuviera hijos y fuese cónyuge de buena fe. Igual criterio regirá respecto de los matrimonios disueltos por aplicación del artículo 31 de la Ley 14.394, respecto de la cónyuge inocente que no pidió la disolución del vínculo.
Artículo
12. – Los hijos adoptivos llevarán el apellido del adoptante, pudiendo a pedido
de éste, agregarse el de origen. El adoptado podrá solicitar su adición ante el
Registro del Estado Civil desde los DIECIOCHO (18) años.
Si
mediare reconocimiento posterior de los padres de sangre, se aplicará la misma
regla.
Cuando
los adoptantes fueren cónyuges, regirá lo dispuesto en el artículo 4º.
Si
se tratare de una mujer casada con un hombre cuyo marido no adoptare al menor,
llevará el apellido de soltera de la adoptante, a menos que el cónyuge autorizare
expresamente a imponerle su apellido.
Si
se tratare de una mujer o un hombre casada/o con una persona del mismo sexo
cuyo cónyuge no adoptare al menor, llevará el apellido de soltera/o del
adoptante, a menos que el cónyuge autorizare expresamente a imponerle su
apellido.
Cuando la adoptante fuere viuda o viudo, el adoptado llevará su apellido de soltera/o, salvo que existieren causas justificadas para imponerle el de casada/o.
Artículo 13. – Cuando se adoptare a un menor de seis años, los adoptantes podrán pedir el cambio del nombre de pila o la adición de otro. Si fuere de más edad, se le podrá agregar otro nombre después del que anteriormente tenía el adoptado con la limitación del artículo 3, inciso 5).
Artículo 14. – Revocada la adopción o declarada la nulidad, el adoptado perderá el apellido de adopción. Sin embargo, si fuese públicamente conocido por ese apellido podrá ser autorizado por el juez a conservarlo, salvo que la causa de la revocación fuese imputable al adoptado.
Artículo 15. – Después de asentados en la partida de nacimiento el nombre y apellido, no podrán ser cambiados ni modificados sino por resolución judicial, cuando mediaren justos motivos.El director del Registro del Estado Civil podrá disponer de oficio o a pedido de parte, la corrección de errores u omisiones materiales, que surjan evidentes del texto de la partida o de su cotejo con otras.Sus resoluciones serán recurribles ante el Tribunal de Apelaciones en lo Civil correspondiente al lugar donde desempeña sus funciones, dentro de los quince días hábiles de notificadas.
Artículo 16. – Será juez competente el de primera instancia del lugar en que se encuentra la inscripción original que se pretendiere rectificar, modificar o cambiar, o el del domicilio del interesado. Las partidas que acreditan la vocación hereditaria podrán rectificarse ante el juez de la sucesión.
Artículo 17. – La modificación, cambio o adición de nombre o apellido, tramitará por el proceso sumarísimo, con intervención del Ministerio Público. El pedido se publicará en un diario oficial una vez por mes, en el lapso de dos meses. Podrá formularse oposición dentro de los quince días hábiles computados desde la última publicación. Deberá requerirse información sobre medidas precautorias existentes en nombre del interesado. La sentencia es oponible a terceros y se comunicará al Registro del Estado Civil.
Artículo 18. – La rectificación de errores de partidas podrá tramitar también por simple información judicial, con intervención del Ministerio Público y del director del Registro del Estado Civil.
Artículo 19. – Producida la modificación, cambio, adición o rectificación del nombre o apellido de una persona, se rectificarán simultáneamente las partidas de los hijos menores y la de matrimonio, si correspondiere.
Artículo 20. – La persona a quien le fuere desconocido el uso de su nombre, podrá demandar su reconocimiento y pedir se prohíba toda futura impugnación por quien lo negare; podrá ordenarse la publicación de la sentencia a costa del demandado.
Artículo
21. – Si el nombre que pertenece a una persona fuese usado por otra para su
propia designación, ésta podrá ser demandada para que cese en el uso indebido,
sin perjuicio de la reparación de los daños, si los hubiese.
Cuando fuere utilizado maliciosamente para la designación de cosas o personajes de fantasía y causare perjuicio moral o material, podrá demandarse el cese del uso y la indemnización de los daños. En ambos casos, el juez podrá imponer las sanciones que autoriza el artículo 666 bis del Código Civil.
Artículo 22. – Las demandas tendientes a la protección del nombre podrán ser promovidas por el interesado, su cónyuge, ascendientes, descendientes y hermanos.
Artículo 23. – Cuando el seudónimo hubiere adquirido notoriedad, goza de la tutela del nombre.
Artículo 24. – Quedan derogados el Decreto-Ley 11.609/43; el Decreto 410/46; el artículo 13 de la Ley 13.252; el artículo 6 de la Ley 14 367; los artículos 40, 41, 42 y 43 de la Ley 14.586; los artículos 43, 44, 45 y 46 del cuerpo de disposiciones que constituyen el "Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas" del Decreto-Ley 8.204/63; y los artículos 92, 93, 94, 95 y 96 del Decreto 2015/66.
Artículo
25. – Comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro
Oficial y archívese.
ONGANIA
– Guillermo A. Borda
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