LEY N° 614 consolidada con Ley 725
CAPÍTULO
I - Del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas
Artículo
1°. Desde ello de enero de 1890, se establecerán en la capital de la Provincia
y en los Departamentos, una (1) o varias oficinas de Registro del Estado civil
y Capacidad de las Personas dentro del límite de su jurisdicción y en el modo y
forma en que esta ley lo determina.
Art.
2°. Créanse doce (12) oficinas de Registro del Estado Civil y Capacidad de las
Personas, las que serán distribuidas por el Poder Ejecutivo en esta forma: dos
(2) en el departamento Capital; una (1) en el de Monteros; dos (2) en el de
Famaillá; dos (2) en el de Chicligasta dos (2) en el de Río Chico; una (1) en el
de Graneros; dos (2) en el de Cruz Alta. Lo dispuesto en el párrafo precedente se
realiza sin perjuicio de las facultades del Poder Ejecutivo para crear las
oficinas del Registro Civil en las localidades en que fueran necesarias.
Art.
3°. Estas oficinas tendrán por auxiliares a los Jueces de Paz que funcionen en
los referidos Departamentos. Para optar al cargo de jefe de la oficina, bastará
idoneidad y ser ciudadano argentino. Si se tratara de un abogado o escribano,
declárase incompatible con el ejercicio de su profesión.
Art.
4° La oficina central del Registro Civil tendrá la superintendencia de las
oficinas del ramo en toda la Provincia para vigilar y fiscalizar el exacto
cumplimiento de la ley de la materia y hacer efectiva las responsabilidades que
ella establece. Asimismo, la oficina central tiene las atribuciones
reglamentarias que establezca el Poder Ejecutivo en toda la Provincia y el
control del movimiento e conorru.co de las oficinas sostenidas por el tesoro de
la Provincia, por intermedio de un inspector contador.
Art.
5°. En los departamentos donde hay municipalidades establecidas, las oficinas
de Registro tendrán por jefe un abogado o escribano público o en su defecto una
persona idónea y el personal necesario para su servicio. En tanto que las
municipalidades no puedan costear el personal en estas condiciones, las
oficinas de estarán a cargo del gobierno de la Provincia. Los jefes de las
oficinas del Registro gozarán del sueldo que les fije el presupuesto
respectivo, sin que puedan percibir otro emolumento por el ejercicio de sus
funciones.
Art.
6°. Los jefes de Registro no podrán
ausentarse de su jurisdicción sin expresa autorización de la superioridad, y en
el caso de ausencia, como el de encontrarse impedido, serán reemplazados por
otro jefe del mismo departamento, o en su defecto por el Juez de Paz más inmediato.
En los departamentos donde no se establecen oficinas especiales, los jueces
encargados del Registro se reemplazarán en la forma que lo establece la Ley
Orgánica de los Tribunales.
Art.
7° El jefe de Registro deberá guardar estricta reserva de las anotaciones que se
hagan y no podrá dar informaciones individuales a persona alguna, salvo que sea
directamente interesada o por orden del juez competente. La prohibición anterior
no comprende las informaciones de carácter estadístico que se soliciten.
Art.
8°. El Poder Ejecutivo determinará la jurisdicción de las oficinas creadas y
reglamentará el servicio de todas las oficinas que llevan registro, procurando
conciliar, en su caso, la concurrencia de funciones con la justicia de paz.
Art.
9° El Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas se dividirá en tres
(3) secciones; una (1) de los Nacimientos, otra de los Matrimonios y otra de
las defunciones, y será llevado en las oficinas por duplicado, en tres (3)
libros, uno (1) por cada sección.
Art.
10. - Los duplicados que prescribe el artículo precedente serán formados en el acto
de la inscripción por los jefes de las oficinas creadas, debiendo remitir un
ejemplar a la oficina central, de acuerdo con lo que establezca la
reglamentación del Poder Ejecutivo.
CAPÍTULO
II - De los Libros de Registro
Art.
11.- Los libros llevarán en sus primeras páginas el texto íntegro de la
presente ley y sus hojas serán numeradas y firmadas por el Ministro de Gobierno
y Justicia, debiendo certificar en la última hoja el número de ellas que
tuviere cada libro.
Art.
12.- Al fin de cada libro se agregará un índice alfabético de todas las
partidas que contengan, tomando al efecto para la inscripción de los
matrimonios, las iniciales del apellido de ambos cónyuges separadamente.
Art.
13. - El último día del año se cerrarán los libros de registro, certificándose
al final de ellos, por el Ministro de Gobierno y Justicia el número de partida
que cada uno contenga, y se archivará un ejemplar en la oficina y otro en el
Archivo General de los Tribunales de la Capital de la Provincia.
Art.
14.- Si se perdiese o destruyese alguno de los libros de registro, se sacará
inmediatamente una copia en otro que reúna las formalidades exigidas por el
artículo 11, debiendo certificar de su exactitud, tratándose de libros
archivados, los encargados de la custodia de uno y otro ejemplar; y en caso
contrario, el jefe de la oficina y el Ministro de Gobierno y Justicia.
Art.
15.- Los jefes de las oficinas del Registro y el Archivo General son responsables
de la destrucción, alteración o pérdida de los libros confiados a su cuidado,
si no probasen haber sido ocasionados sin su culpa.
CAPÍTULO
IlI - De las Partidas del Registro en General
Art.
16.- Las partidas del Registro se anotarán en el libro correspondiente, una después
de otra, en orden de número, sin expresar la fecha en que se extiendan y el
nombre, edad, estado y domicilio de cuantas personas en ellas tomen parte.
Art.
17.- Toda partida deberá asentarse en los dos (2) ejemplares del Registro y
será sellada en ambos con el sello de la oficina y firmada por el jefe de ella,
los interesados y dos (2) testigos mayores de edad y vecinos del distrito,
expresándose la causa que impidiere firma a estos o aquellos.
Art.
18. - Las notas marginales serán igualmente selladas y firmadas por el jefe de
la oficina en ambos ejemplares del Registro y aun por los interesados y
testigos, si aquéllas no fuesen de simple referencia.
Art.
19. - Cuando en el margen de una partida no hubiese suficiente espacio para
hacer la anotación requerida, se continuará ella al pie de la última,
poniéndose la referencia correspondiente en uno y otro lugar.
Art.
20. - En las partidas del Registro y nota marginales no podrán usarse
abreviaturas ni guarismos, aún en la fecha, ni hacerse raspaduras, debiendo las
enmiendas o palabras entre renglones salvarse al fin de la misma partida antes
de firmarse.
Art.
21.- Toda partida deberá ser leída a los interesados y testigos antes de
firmarse y aun mostrarla si lo solicitasen, expresándose al final de ella haber
cumplido esta formalidad.
Art.
22.- No podrá expresarse en las partidas, ni por vía de nota ni en otra forma,
nada que sea impertinente o no deba ser declarado con arreglo a la presente
ley.
Art.
23.- Las escrituras de poderes y demás documentos que se presenten para la inscripción
de las partidas del Registro, deberán firmarse por el que las haya presentado y
el jefe de la oficina y archivarse bajo el mismo número de la partida a que
pertenezcan.
Art.
24. - Cuando haya de suspenderse un asiento en el Registro, se expresará en él
la causa de la suspensión y para continuarlo se extenderá un nuevo asiento,
poniéndose notas marginales de referencias en uno y otro.
Art.
25.- Firmado un asiento, no podrá ser rectificado o adicionado sino en virtud
de orden de juez competente.
Art.
26. - No podrá igualmente inscribirse el cambio o adición de nombre o apellido
sin que lo autorice el juez competente, a solicitud del interesado, publicado
en la prensa o en lugares públicos.
Art.
27.- Los encargados del Registro no podrán autorizar las partidas que se
refieren a sus personas o parientes y afines, debiendo en tal caso ser
reemplazados por su inferior inmediato.
Art.
28.- El encargado del Registro está obligado a dar a los interesados, dentro de
veinticuatro (24) horas desde que se le solicite, copia autorizada de los
asientos que se encuentran en sus libros, debiendo siempre transcribir la
partida íntegra con las notas marginales que tuviese.
Art.
29.- Los testimonios expedidos en forma por el encargado, bajo su firma y con
el sello de la oficina, establecerán la presunción legal de la verdad de su
contenido en los términos prescriptos por el Código Civil.
Art.
30.- Ninguna partida extraída de otro Registro que el del Estado Civil podrá
presentarse en juicio para probar hechos que hayan debido inscribirse en él sin
que preceda la inscripción correspondiente.
Art.
31. - Si el jefe de la oficina tuviese conocimiento de un hecho que debía ser
inscripto en el Registro, pasado el término en que deba solicitarse la
inscripción, procederá a las investigaciones necesarias únicamente para
extender el asiento correspondiente, y denunciará a los infractores ante los
fiscales.
Art.
32.- Todo individuo que hubiese presenciado un hecho que deba ser inscripto en
el Registro está obligado a comparecer al llamado del jefe de la oficina para
testificar la inscripción.
CAPÍTULO
IV - De los Nacimientos
Art.
33. - Se inscribirán en el Libro de los Nacimientos y en la sección respectiva:
1.
Todos los nacimientos que se verifiquen en la Provincia.
2.
Los que se verifiquen fuera de la jurisdicción provincial, si los padres
tuviesen su domicilio en ella.
3.
Toda partida de nacimiento cuya inscripción se solicite.
4.
El reconocimiento de hijos extramatrimoniales.
5.
Las sentencias sobre filiación matrimonial y natural.
Art.
34.- En los departamentos en que se establecen oficinas especiales, la
declaración de los nacimientos deberá hacerse en el término de cuarenta (40)
días corridos del alumbramiento, ante el jefe del Registro dentro del radio de
cinco (5) kilómetros del local de la oficina, y fuera de él, ante el Juez de
Paz más inmediato al domicilio del interesado, en el mismo término. En este
último caso el Juez labrará el acta con las designaciones contenidas en el
artículo 43 de la presente ley y la remitirá dentro de los cinco (5) días
siguientes al jefe de la oficina especial de que dependiere.
Sin perjuicio de las disposiciones anteriores, los ministros de cualquier religión o secta ante quienes se autoricen bautizos u otras solemnidades relacionadas con el nacimiento de las personas, deberán comunicarlo al jefe del Registro dentro de los términos fijados en el presente artículo.
Art.
35.- Respecto de los nacimientos que ocurran fuera de la Provincia, el término
para la declaración correrá desde que los padres vuelvan a su domicilio o elijan
otro dentro de cualquiera de sus jurisdicciones.
Art.
36. - Vencido el plazo establecido por el artículo 34 podrá inscribirse el
nacimiento dentro del término de veinte (20) días corridos mediante resolución
del director del Registro. Si se solicitase la inscripción de un nacimiento
después del dicho término legal, se presentará orden judicial para efectuarlo.
Art.
37.- La orden judicial será dictada por el juez de la instancia, a solicitud
del interesado, del jefe de oficina o del fiscal y determinará la edad media de
la persona entre la mayor y la menor que fueren compatibles con su desarrollo y
aspecto físico, a juicio de los peritos.
Art.
38.- Si se trata de hijos matrimoniales, el padre, y en su ausencia o en su
defecto, la madre, y a falta de ellos el pariente cercano más que exista en el lugar,
estarán obligados a hacer por sí o por medio de otra persona, la declaración
del nacimiento ante la oficina del Registro.
Art.
39.- Si el hijo fuera extramatrimonial, estará obligada a declarar el
nacimiento la persona a cuyo cuidado hubiese sido entregado.
Art.
40.- Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos anteriores, el facultativo
y la partera que hubieran asistido a un nacimiento, cuya legitimidad no les
constase, como también la persona en cuya casa se hubiese verificado, si fuera
otra que la de la madre, estarán obligados a denunciarlo, dentro del término
legal, ante el jefe de la oficina de Registro.
Art.
41.- Los administradores de las instituciones encargadas de los menores
huérfanos y en general toda persona que hallase a un recién nacido o en cuya
casa se hubiera expuesto, estarán obligados a declarar el nacimiento y a
presentar a la oficina de Registro las ropas, documentos y demás objetos que se
encontraren, debiendo ser guardado todo bajo el mismo número que corresponda a
la partida.
Art.
42.- Si el encargado del Registro, al comprobar la existencia del recién
nacido, lo encontrase muerto, asentará la partida en el libro de defunciones,
sin que de la redacción del acta resulte presunción alguna acerca de si nació o
no con vida, aunque los testigos declaren una u otra cosa.
Art.
43.- La inscripción de nacimiento se hará extendiendo una partida que exprese:
1. el
lugar, día y hora en que se haya verificado;
2. el
sexo;
3. el
nombre que se da al recién nacido;
4. el
nombre, apellido, nacionalidad y domicilio del padre, de la madre y de los
testigos;
5. el
nombre y apellido de los abuelos paternos y maternos;
6. el
nombre, apellido y domicilio de la persona que solicite la inscripción del
nacimiento.
Art.
44. - Si se tratase de hij os extramatrimoniales, no se hará mención del padre
o de la madre, a no ser que ésta o aquél los reconozcan ante el jefe de la
oficina; debiendo en tal caso expresarse tan sólo el nombre de aquél que lo
hubiese reconocido personalmente o por medio de apoderados.
Art.
45.- Los jefes de las oficinas especiales formarán, en libros respectivos de
registro, las partidas relativas a las declaraciones de reconocimiento de hijos
extramatrimoniales, en el orden, modo y forma que establece la presente ley,
archivándose como comprobantes las actas que le remitieren los Jueces de Paz de
su jurisdicción.
Art.
46.- En los departamentos en que no hubiese oficinas especiales, la declaración
de los nacimientos se hará en el término de diez (10) días y se formarán los
asientos en los libros y duplicados como se expresa en el artículo anterior.
Art.
47.- En ningún caso podrá hacerse constar el nombre del padre o de la madre
respecto de quien la filiación tuviere el vicio de adulterio, incestuoso o
sacrílego.
Art.
48.- Si nace más de un hijo vivo en un solo parto, se asentarán en el libro
tantas partidas cuantos fueren los nacidos, designándose especialmente todo signo
físico que pudiera contribuir a que más tarde sean distinguidos.
Art.
49.- El nacimiento de un expósito se inscribirá extendiéndose una partida
especial que exprese el lugar, el día en que hubiese sido hallado, su edad
aparente, su sexo, el nombre y apellido que se le dé y los documentos, ropas y
objetos que con él se hubieren encontrado.
Art.
50.- La inscripción de las partidas de nacimiento se hará insertándose en el
acta copia íntegra de ellos, haciéndose constar el nombre y domicilio de quien
lo solicite.
Art.
51.- El reconocimiento de hijos extramatrimoniales se inscribirá levantándose
al efecto un acta en cualquier oficina del Registro, aunque no fuera la del
domicilio del otorgante y poniendo notas marginales de referencia, tanto en el
acta como en la partida de nacimiento.
Art.
52.- Si la partida de nacimiento no estuviere asentada en la oficina, el encargado
del Registro remitirá, en el término de veinticuatro (24) horas, al jefe de la
oficina en que ella se haya registrado, copia legalizada del reconocimiento, al
efecto de su inscripción y de las notas marginales.
Art.
53. - Los jueces ante quienes se hiciese el reconocimiento de hijos
extramatrimoniales, y los escribanos que extendiesen escritura de esta clase,
remitirán, dentro del término fijado por el artículo anterior y a sus efectos,
copia de tales documentos al jefe de la oficina en que se encuentre la partida de
nacimiento, entendiéndose lo propio respecto de sentencias ejecutorias sobre filiación
matrimonial o extramatrimonial.
Art.
54. - La legitimación de hijos extramatrimoniales se inscribirá extendiéndose
notas de referencias al margen del acta de reconocimiento y de la de
matrimonio.
Art.
55.- En los casos en que el Código Civil autoriza legitimaciones con arreglo a
leyes extranjeras, la inscripción se hará levantándose un acta en que se
inserte copia íntegra de los documentos debidamente autenticados que los
acrediten.
Art.
56.- La inscripción de las sentencias de filiación, de escritura de
reconocimiento de hijos extramatrimoniales, y en general de cualquier otro
documento, se hará insertándose en el asiento copia íntegra de él, haciendo
constar el nombre y domicilio de quien solicite el acta.
CAPÍTULO
V - De los Matrimonios
Art.
57.- Se inscribirán en los libros de Matrimonios:
1. Todos
los que se celebrasen en la Provincia ante los jefes de Registro,
2. Los
que se celebrasen fuera de la jurisdicción que se determine a cada oficina de
Registro, si el marido tuviese su domicilio en ella,
3. Toda
partida de matrimonio cuya inscripción se solicitase,
4. Las
sentencias ejecutoriadas en que se declare la nulidad de matrimonio o se
decrete el divorcio.
Art.
58. - Los jueces remitirán copia para su inscripción al jefe de Registro dentro
de veinticuatro (24) horas de ejecutoriada, de toda sentencia que declare la
nulidad de los matrimonios o decrete el divorcio.
Art.
59.- Las partidas de matrimonios celebrados fuera de la Provincia no podrán
inscribirse en el Registro sin orden de juez competente, quien deberá exigir
autenticación en forma de esas partidas.
Art.
60.- La inscripción de toda partida de matrimonio se hará insertándose en el
acta copia íntegra de ella y haciéndose constar el nombre y domicilio de quien
la solicitare, como también la orden en cuya virtud se hiciere la inscripción.
Art.
61.- En igual forma se hará la inscripción de las sentencias de nulidad o de
divorcio, poniéndose además notas marginales de referencias tanto en la nueva
partida como en la del matrimonio anulado, y las del nacimiento de sus hijos.
CAPÍTULO
VI - De las Defunciones
Art.
62.- Deben inscribirse en el Libro de Defunciones y en la sección respectiva:
1. Todas
las que ocurran en la Provincia,
2. Las
que ocurran fuera de su jurisdicción, si las personas al tiempo de su muerte,
hubieran tenido su domicilio en la Provincia.
Art.
63.- El cónyuge sobreviviente, los descendientes del difunto, los ascendientes,
el pariente más cercano y en defecto de ellos, toda persona mayor de edad que
hubiera presenciado una defunción, estará obligada por el orden de la
designación de su sexo y de su edad, a declarar la muerte de la persona ante el
jefe de la oficina del Registro por sí o por medio de otro, dentro de las
veinticuatro (24) horas desde que ella hubiese tenido lugar.
Art.
64. - Cuando el fallecimiento tuviese lugar en otra casa que la del difunto,
incumbe además al dueño de ella la obligación impuesta por el artículo
anterior.
Art.
65.- Si la defunción ocurriese en conventos, hospicios, cuarteles u hospitales,
el superior, jefe o administrador de aquellos, estará obligado a hacer la
declaración de ella en el término legal.
Art.
66.- Igual obligación tendrá toda persona que encontrase un cadáver abandonado,
oculto o en lugares públicos.
Art.
67.- Las declaraciones sobre defunciones se harán antes los jefes de Registro o
ante el Juez de Paz más inmediato al domicilio del fallecido o a los
cementerios, en el término establecido por la presente ley; pero en el caso de
hacerse ante un Juez de Paz, éste labrará el acta correspondiente, con las
especificaciones del artículo 72, y la remitirá al jefe de Registro.
Art.
68. - Además de las formalidades exigidas por esta ley para extender las
partidas de defunción, será necesario el informe médico si hubiese facultativo
en el lugar.
Art.
69.- El facultativo que hubiese asistido en la última enfermedad, y a falta de
él cualquier otro que se llamare al efecto, estará obligado a examinar el cadáver
y expedir el certificado a que se refiere el artículo anterior.
Art.
70.- El certificado expresará, en cuanto sea posible, el nombre y domicilio del
difunto, la causa inmediata de la muerte y el día y hora en que tuvo lugar,
debiendo el facultativo expresar si estas circunstancias le constan por conocimiento
propio o por informe de terceros.
Art.
71.- El certificado deberá ser presentado al jefe de la oficina por las
personas o autoridades obligadas a declarar la muerte y aun podrá ser exigido
de oficio a los facultativos si aquellos no pudiesen obtenerlo o se tratase de
cadáveres abandonados.
Art.
72.- La inscripción se hará extendiéndose una partida que exprese, en cuanto
sea posible:
1.
El nombre, apellido, nacionalidad, sexo, edad, estado, profesión y domicilio de
la persona muerta,
2.
El nombre y apellido de su cónyuge, si hubiese sido casada o viuda,
3.
La enfermedad o causa que haya producido la muerte,
4.
El lugar, día y hora en que ocurrió,
5.
El nombre, apellido y domicilio de los testigos,
6.
El nombre, apellido, nacionalidad y domicilio de los padres del difunto,
7.
La circunstancia de haber o no testamento y en su caso, si es ológrafo, o por
acto público, y la oficina en que se encuentre.
Art.
73.- Si la muerte hubiese tenido lugar en prisiones o cárceles, no se harán
constar estas circunstancias en las partidas de defunciones.
Art.
74. - Si no fuese posible comprobar la identidad de la persona muerta, se
inscribirá con las designaciones que haya podido obtenerse, expresándose
especialmente el lugar donde ocurrió la defunción o se encontró el cadáver, la
edad aparente, las señales particulares que tuviere, el día probable de la
muerte, las ropas, papeles u otros objetos con que se hubiese encontrado y, en
general, todo dato que pudiera servir para la identificación.
Art.
75. - Si alguna autoridad comprobase posteriormente la identidad de la persona,
lo hará saber al encargado del Registro para que asiente la partida
complementaria, poniéndose nota de referencia en una y otra.
Art.
76.- Los papeles y demás objetos encontrados con el cadáver serán guardados en
la oficina del Registro bajo el número que corresponda a la partida de
defunción.
Art.
77.- Las defunciones ocurridas fuera de la Provincia, a que se refiere el
artículo 62 inciso 2., se inscribirán en el Registro, insertándose copia
íntegra de la partida, debidamente autenticada, que se hubiese extendido en el
lugar de la muerte, haciéndose constar el nombre de la persona que solicite la inscripción.
CAPÍTULO
VII - De las Inhumaciones
Art.
78.- Los encargados de cementerios no permitirán la inhumación de ningún cadáver
sin la autorización del encargado del Registro.
Art.
79. - La autorización se dará después de asentada la partida de defunción o
antes de ella, comprobándose la muerte con el certificado médico a que se
refiere el artículo 68.
Art.
80.- El jefe de la oficina podrá suspender la licencia de inhumación hasta
inscribir la partida respectiva.
Art.
81.- La inhumación no podrá hacerse antes de las doce (12) horas siguientes a
la muerte, ni demorarse más de treinta y seis (36) horas, salvo lo dispuesto
por reglamentos municipales para casos determinados.
Art.
82. - Si el informe médico u otras circunstancias, sugiriesen sospechas de que
la muerte ha sido producida por crimen o enfermedad que interese al estado
sanitario, el jefe de la oficina dará el aviso correspondiente a la autoridad
policial o sanitaria, según el caso, y no expedirá la licencia de inhumación
hasta que se le comunique haberse practicado las diligencias a que hubiere
lugar.
Art.
83.- Cualquiera autoridad que ordene la inhumación de un cadáver remitirá al
jefe de Registro los antecedentes para asentar la partida y expedir la licencia
correspondiente.
CAPÍTULO
VIII - De las Rectificaciones de las Partidas del Registro
Art.
84.- El juez competente para entender en la rectificación o adición de las
partidas del Registro es el de la instancia en lo civil.
Art.
85. - El juicio se sustanciará con el fiscal y por el procedimiento ordinario.
Art.
86.- Ejecutoriada la sentencia, el juez remitirá dentro de veinticuatro (24)
horas al jefe de la oficina, copia legalizada para su inscripción en el
Registro.
Art.
87.- La inscripción se hará insertándose en el acta copia íntegra de la
sentencia y poniéndose en ella y en la partida rectificada o adicionada, notas
marginales o de referencia.
Art.
88.- Rectificada o adicionada una partida, no podrá darse copia de ella sin
anotarse también la partida en que conste la rectificación o adición.
CAPÍTULO
IX - Disposiciones Generales
Art.
89. - Para la inscripción de nacimientos, matrimonios o defunciones verificadas
en la Provincia antes del establecimiento de las oficinas de Registro, el
solicitante presentará a los jefes de Registro los documentos auténticos en los
cuales constaren esos actos, que deberán transcribirse en la partida y se
archivarán como comprobantes.
Art.
90.- Las municipalidades, o el gobierno donde no hubiere aquéllas, a cuyo cargo
están los cementerios, harán que sus encargados remitan semanalmente al jefe
del Registro Civil de su jurisdicción, una nómina de los cadáveres sepultados
para hacer el control de los asientos formados en sus libros.
Art.
91.- Toda persona que sin cometer delito contravenga a la presente ley, ya
haciendo lo que ella prohíbe, ya omitiendo lo que ordena o ya impidiendo a otro
el cumplimiento de sus preceptos, será castigada según la gravedad del caso,
con una multa de pesos cien ($100) a pesos mil ($1000), o prisión en caso de
insolvencia, a razón de un (1) día por cada pesos cuarenta ($40).
Art.
92. - El juez competente para la aplicación de las penas es el letrado de la
instancia en lo civil del domicilio de los infractores.
Art.
93. - El juicio no tendrá otra sustanciación que una audiencia verbal y un
término de prueba, si fuese necesario, que no exceda de ocho (8) días y será
promovido por el fiscal o en su defecto por el jefe de la oficina de Registro.
Contra la sentencia que recayere no habrá recurso alguno.
Art.
94.- Los escribanos y jueces de paz que omitiesen el cumplimiento de los
deberes que les impone esta ley, serán penados con multa que no podrá exceder
de pesos trescientos ($300) y con la exoneración del cargo en caso de
reincidencia.
Las
multas que se impongan a los empleados del Registro Civil, como medida
disciplinaria, no podrán exceder de pesos trescientos ($300) y con la
exoneración del cargo en caso de reincidencia.
Art.
95.- Las penas establecidas por el artículo 94 se harán efectivas a
requerimiento de la oficina central en la forma prescripta por la presente ley
y en los demás casos, en la forma que disponga el Poder Ejecutivo.
Art.
96.- El oficial público encargado del Registro, que cobrase otros emolumentos
que los autorizados por esta ley, será inmediatamente suspendido por sesenta
(60) días por el jefe de la oficina central del Registro Civil, dando cuenta al
Poder Ejecutivo. En caso de reincidencia, será destituido.
CAPÍTULO
X - Disposiciones Transitorias
Art.
97.- Las oficinas del Registro se instalarán en la Capital en el local que se
designe a los funcionarios encargados de hacerlo, y en la campaña, en las
oficinas de los jueces de Registro.
Art.
98.- El Poder Ejecutivo remitirá para el primer año los libros que corresponda
a todos los jefes encargados del Registro.
Art.
99.- En las oficinas del Registro Civil se cobrarán las tasas previstas por el
artículo 30 de la Ley n° 5636 -Ley Impositiva-.
Art.
100. - Por la Dirección de Rentas se abrirá una cuenta especial para el
producido de los impuestos que establece la presente ley, y proveerá a la
oficina central de los timbres correspondientes para la percepción, en la forma
que lo establezca el Poder Ejecutivo.
Art.
101.- Las municipalidades que tomasen a su cargo el sostenimiento de las
oficinas de Registro percibirán los derechos que se establecen en la presente
ley.
Art.
102. - Los gastos que demande la presente ley se imputarán a la misma.
Art.
103.- Comuníquese.-
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